sábado, 25 de abril de 2009

Oliverio Girondo una vez más...

¡Todo era amor...amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor analizable, analizado. Amor ultramarino. Amor ecustre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...lleno de prevenciones, de preventivos; lleno de cortocircuitos, de cortapistas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreado de merengue, cubierto de flores blancas... (y rojas)*
Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con accesorios, con sus repuestos; con faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto. Amor incandescente y amor incauto. Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es, simplemente amor. Amor y amor...¡y nada más que amor!


*perdón Oliverio: soy una irrespetuosa enamorada!

sábado, 4 de abril de 2009

Liquidación!


Son de temporadas pasadas... me harán precio? En la Salada no se consiguen...