domingo, 29 de marzo de 2009

Dedicatorias

Me encantan que me regalen libros y que me los dediquen, amo los libros personalizados.
Ilustro con:
Marco Denevi, Obras completas, tomo 3 (gente que conocía bien mis gustos!)



La Rama Dorada, (que no fue regalo, lo compré yo, el que me lo dedicó solo lo paso a buscar por la librería, pero fue un lindo detalle)



La Flor de mi secreto
(gente que conoce mis gustos muy bien porque son sus gustos también!)


sábado, 28 de marzo de 2009

domingo, 22 de marzo de 2009

Siempre quise!


Aunque no pueda bailar ni la danza del patadura!

jueves, 12 de marzo de 2009

martes, 10 de marzo de 2009

Galanes de antes


Gary Grant - No habrá ninguno igual...




Clark Gable, Sus bigotitos quedaron demodé pero su mirada es tan derretidora!



Gregory Peck - sin palabras...

jueves, 5 de marzo de 2009

El cautivo




En Junín o Tapalqué refieren la historia. Un chico desapareció después de un malón; se dijo que lo habían robado los indios. Sus padres lo buscaron inútilmente; al cabo de los años, un soldado que venia de tierra adentro les habló de un indio de ojos celestes que bien podía ser su hijo.

Dieron por fin con él (la crónica ha perdido las circunstancias y no quiero inventar lo que no sé) y creyeron reconocerlo. El hombre, trabajando por el desierto y por la vida bárbara, ya no sabía oír las palabras de la lengua natal, pero se dejó conducir, indiferente y dócil, hasta la casa. Ahí se detuvo, tal vez por que los otros se detuvieron. Miró la puerta, como sin entenderla. De pronto bajó la cabeza, gritó, atravesó corriendo el zaguán y los dos largos patios y se metió en la cocina. Sin vacilar, hundió el brazo en la ennegrecida campana y sacó el cuchillito de mango de hasta que había escondido ahí, cuando chico. Los ojos le brillaron de alegría y los padres lloraron porque habían encontrado al hijo.

Acaso a este recuerdo siguieron otros, pero el indio no podía vivir entre paredes y un día fue a buscar su destino. Yo querría saber que sintió en aquel instante de vértigo en el que el pasado y el presente se confundieron; yo querría saber si el hijo perdido renació y murió en aquel éxtasis o si alcanzó a reconocer, siquiera como una criatura o un perro, a los padres y a la casa.


J. L. Borges

martes, 3 de marzo de 2009

Hace muuucho, mi primo, el que más quise de los dos que tengo, me regaló una caja de 36 lápices acuarelables Caran d´ache, fue uno de los mejores que recibí en mi vida, junto con el Rive Gauche y las fresias y hay muchos otros, es más, tengo posts para rato con los regalos lindos que recibí en mi vida...



Me encantan las cajas de lápices, de acuarelas, de pasteles, de maquillaje... ese es otro punto, los que me conocen face to face saben que mi cara no suele llevar pintura, pero si hay algo que adoro es el maquillaje, me encanta comprar, elegir color, probar, oler, desenvolver, guardar, mirar y volver a guardar cuanto delineador, sombra, rouge, polvo facial etc. se me
cruce por el camino. Después suelo regalarlo o guardarlo por años sin animarme a usarlo porque son demasiado viejos. Hay una fascinación ahí compartida con las cajas de lápices, por un lado el perfume de los lápices...el perfume del maquillaje, olorcito a vieja coqueta que siempre me atrajo, las texturas, las letras grabadas, y por supuesto los colores!


lunes, 2 de marzo de 2009

Animal Print

Será grasa, será de trola, será politicamente incorrecto pero amo el Animal Print!
Una vez me compré una mini de leopardo, pero era demasiado y la cambié aunque con el tiempo me hice una pollera de chifón con estampado de cebra, (le digo mi pollera de travesti) la uso, con botas y polera negra. No podes ponerte mucho más con una pollera así...
tengo una gasa estampada en verdes de leopardo, tan linda que nunca me decido a hacerme nada... Así que sí: soy grasa, soy trola, soy politicamente incorrecta!



Christian Dior, 1947

domingo, 1 de marzo de 2009

Ya lo dije, fui adolescente en los 80 y en 1986 esta película fue algo tremendo. A mi me gusta más que "El lado oscuro del corazón", será que para 1992 cuando se estrenó ya no era adolescente... estaba un poco más quemada, a pesar de que son mis queridos poetas, Oliverio, Benedetti, pero en la voz de Dario Grandinetti no superan a Hugo Soto preguntándose por los recuerdos del cerebro que desgrana en una pileta... la toma del árbol loco que crece en una cornisa... el cambio misterioso de zapatos...

Hombre mirando al sudeste
, Eliseo Subiela.